Rodolfo Sánchez Garrafa
Jadranka Boljunčić, poeta conocida como Adri Bogliuni (su seudónimo literario), tiene un doctorado en Biología - especialidad antropología biológica. Fue investigadora asociada del Instituto de arqueología en Zagreb, Croacia. Es autora de decenas de artículos científicos y profesionales. Ahora se desempeña como profesional independiente, poeta, traductora/ intérprete (políglota). Seis de sus poemas aparecen en la Revista Literaria El Bosque Nº 10-2018, Lima-Perú.
La he conocido hace algunos años, primero por su poesía y, luego, por su visible interés respecto a todas las manifestaciones artísticas, entre ellas el diseño, dibujo, pintura y fotografía. Tengo la impresión que la poesía es para ella un vehículo extraordinariamente apropiado para explorar su propio ser e ir al encuentro de un otro trascendente. Profesionalmente ha lidiado con el estudio de evidencias osteológicas y análisis moleculares de restos humanos de interés arqueológico, en tanto que la literatura le ha permitido un amplio despliegue creativo donde la intuición no claudica ante la razón científica. Su nombre Jadranka corresponde al
Hadri latino medieval, de ahí el seudónimo Adri Bogliuni que tiene un acento italiano. Al escribir sobre su poesía no dejo de pensar en las aguas azules del mar Adriático que baña las costas orientales de Italia y las occidentales de Croacia. El
Jadransko more impregna un espíritu mediterráneo, que sopla sus aires sobre numerosas islas con paisajes transparentes y primordiales, junto a otros escenarios habitados con puertos y castillos pintorescos.
Vayamos pues al encuentro de una poesía inquietante, concebida entre mundos que siempre se han mirado, se han amado, y permiten construir una ideología del encuentro.
LA PUERTA DE TU INTERIOR
Poema de Jadranka Boljunčić/ seudónimo Adri Bogliuni
¡ábreme!, ¡ábreme la puerta de tu interior!
como para marcar tu pasión
con mi sombra,
la pasión cálida como la sangre
que fluye desde la herida abierta
sangrando la inquietud,
la noche,
el aroma de tu sombra
me alcanza,
tu boca,
tus dientes...
las serpientes de tu pecho
muerden mi labio.
Un toque romántico peculiar se desliza en estos poemas, el lazo amoroso no es necesariamente el erotismo, sino más bien la inteligencia que alcanza a situarse en la corporeidad y en el espíritu. La alusión a las serpientes, que saliendo del pecho del amado muerden los labios del sujeto poético, concierne muy claramente a una pulsación mediadora, un conector energético que cumple comedidamente su función y quizá inocula su amorosa esencia. Desde la herida abierta sangra la inquietud jeroglífica en la intimidad nocturna. La cabeza ofídica en el túnel como en el vals de las serpientes de la poeta bosnia Ana Brnardić.
La ausencia, implícita en el poema de Jadranka Boljunčić, tiene un aroma, es una sombra en seguimiento, una íntima proyección que hunde los dientes en la sensibilidad abierta de la mujer que se sabe amada en lo profundo.
La sombra captura un aroma, tiene un aroma: el aroma de la evocación. Los versos responden a la necesidad surgida del llamamiento a la pasión persistente del pasado. La manzana mordida se actualiza, nada ha terminado, la memoria se expande, trasciende el tiempo y hunde sus afilados colmillos en el espíritu, en la conciencia vigilante. La pasión fluye incorpórea pero real y provoca nostalgia. La sombra, el recuerdo, quiere habitar una vez más en la interioridad del ser amado, ese lugar inefable de todas las realizaciones donde no hay lugar para lo imposible. La intimidad es una química de las sombras o quizá una alquimia por lo mágica y misteriosa.
En estos versos, los sentidos son tributarios de la memoria y del mundo onírico. El lenguaje poético dispara recuerdos que pugnan por volver, extraviados o en tensa espera han destilado su urgencia feromónica y abierto sus fuentes instintivas.
TE LO JURO
Poema de Jadranka Boljunčić/ seudónimo Adri Bogliuni
si solamente la luna no estuviera tan cerca
y si la Tierra no estuviera tan lejos
podría haberte amado
a miles de kilómetros a través de tu sonrisa,
te lo juro...
por el suelo volando estoy
por la bóveda celestial caminando estoy
miles de kilómetros lejos de tus ríos
miles de kilómetros lejos de tus mares
miles de kilómetros lejos...
antes de irme donde había estado,
en la soledad.
La distancia imponderable es un tema fuerte. Moviliza todos los recursos anímicos de la poeta, que así será capaz de elevarse, de pugnar bajo el árbol que ofrece su fruto no tan alto, sino lo exactamente diseñado para marcar el límite de lo posible.
La luna y la tierra como referentes opuestos, que activan la pasión o la detienen a su influjo, se hacen presente otra vez en la línea de la Brnardić. El amor
es una posibilidad que huye en los versos de nuestra poeta ausente ella misma,
caminando en alturas siderales, reptando por el suelo, siempre distante, lejos
de los caudales contenidos en el ser amado. No se retuerce empero, no hace zig
zages, camina y vuela en línea recta, no tiene dudas o no puede dudar, la vida
no se lo permite.
LA SOLEDAD DE MIS VERSOS
Poema de Jadranka Boljunčić/ seudónimo Adri Bogliuni
la soledad de mis versos abrazo
la soledad de mis palabras articuladas abrazo
la soledad de mis palabras desarticuladas abrazo,
rodeada de silencio
abrazo palabras,
recogiéndolas como la gallina sus pollos
para que no se me escapen,
no como,
no bebo,
no duermo,
no respiro,
mientras que sentada en el nido escribo
con una sola pluma,
con un ala cubriéndolas,
palabras del novato
que se me aprietan,
sigo escribiendo
con la pluma sangrante,
a una estrella apagada
a una letra cortada,
a un perro atropellado, dejado en la calle, sin pie,
incapaz de regresarse al futuro...
a una sonrisa perdida en un epicantus,
el epicantus no lo tengo
yo nací entre el Cielo y la Tierra
en el país de Nunca Jamás,
vagando estoy con mis palabras juntada,
que por cualquier forastero quieren ser adoptadas,
escribo en un no-lenguaje,
que hecho está de algas varadas en un banco arenoso incógnito,
de guijarros descartados en algún punto de camino,
de redes de pesca rotas,
de un huracán sin nombre,
de los restos de un oso de peluche
cuyo corazón no podía soportar el amor de un niño,
de la nada estoy construyendo algo,
la nada
abrazo,
porque la nada también es algo,
marcado por la sangre mía,
por la doble hélice de mi ADN
y huellas dactilares de pulpejos digitales,
adopto lo recogido
y construyo lo mío,
en el mundo sin nombre
seré la compañera de las palabras sin nombre - mi último cojín y cama
donde descansaré
antes de irme donde había estado,
en la soledad.
Nacida entre el cielo y la tierra, en un lugar utópico, joven y libre por siempre, hasta lo impensable, construye de la nada, porque los despojos son nada y no otra cosa. La libertad absoluta, paradójicamente solo provee soledad, una soledad inmensa como destino. Ha viajado al pasado y desde allí no es posible volver al futuro, por ello se sabe perdida y nos deja también varados en un banco arenoso. ¿Qué somos entonces sus lectores? Aves de paso, imposible, todas las aves están ancladas. ¿Piratas, corsarios o bucaneros tal vez? Ojalá esto fuera así en ese mundo, pero ¿acaso es posible tener una isla Tortuga dentro de otra isla? Ah, qué lejos están los ríos y qué lejos los mares familiares. Quizá, de acuerdo con la leyenda, tengamos que llegar a ese Nunca Jamás abriendo las alas en la noche, agitándolas, elevándonos hasta lo más alto del cielo y girando a la derecha al encontrar la segunda estrella antes del amanecer, antes que sea tragada por la luz de la conciencia o la luz trascendente. Quienes han sentido la soledad, lo entenderán mejor.
Poema de Jadranka Boljunčić /seudonimo: Adri Bogliuni
La tempestad se ve caer
Juntándose están el cielo y la tierra
Y en mi pecho se siente angustiada
El alma mía dálmata pesada
Más que el ancla bajo de una barca, pesada
Más que el callo a los pies de un olivo, pesada
Y de cada peso aún más, pesada
Porque sé lo fácil de enloquecer, fácilmente
Porque sé lo fácil de confiar, fácilmente
Porque sé lo fácil de amar, fácilmente
Pues me pesa
Pues me atormenta
La tempestad a la madrugada
El cielo está oscuro
Y en la tierra no alcanza paz
Por ningún lado
El alma mía dálmata pesada
Porque sé lo fácil de enloquecer, fácilmente
Porque sé lo fácil de amar, fácilmente
Al alma mía dálmata pesada.
Ya inminente, el encuentro de cielo y tierra conmociona. Se ha producido una tempestad, un desequilibrio en las condiciones ambientales que asisten al viaje de las almas. La ansiedad deviene en angustia. A velocidad de crucero no es posible maniobrar y el propio peso de lo vivido conspira contra cualquier hoja de ruta. Cielo y tierra no encajan entre sí, una inversión los trastoca. En el cielo hay penumbra, es un amanecer tempestuoso, una pesadilla en la vigilia, no hay reposo en la tierra. Los asideros de la esperanza se ven afectados, el yo poético percibe que la facilidad con que aparentemente fueron construidos sus referentes de acción es causa de la debilidad que éstos experimentan. Una escatología paradójica tiene lugar, por lo que el desenlace conlleva inesperada incertidumbre. La duda, el sacudimiento, traen abajo las convicciones, ahuyentan la confianza, y así aborta el tránsito hacia el Nunca Jamás.
Roto el proceso de apareamiento entre cielo y tierra, queda afectada su inmanencia, esto es el origen de toda fecundidad. Si el Nunca Jamás es inalcanzable, la historia habrá dejado de tener sentido. Sin embargo, la poética de Jadranka Boljunčić lejos de agotarse en la contradicción excluyente de lo posible y lo imposible, va a mantenerse lozana y de pie en una poética que seguirá dándonos satisfacciones, revelándonos recursos y perspectivas enriquecedoras.
Nota.- La tempestad se ve caer (Fue publicado en ′′ Gloss sa škrop ′′ - Una voz del karst - Diario Croata, hace un tiempo, en dialecto dalmata, el idioma hermano de la norma croata; también escrito originalmente en español / castellano, publicado en la Revista Literaria ′′El Bosque", Nº. 10/2018, Perú).
DOŠLO VRIME OD NEVERE (Published in "Glos sa škrop" - A voice from the karst- Croatian Journal, a while ago, in Dalmatian dialect, the sister language of Croatian standard; also translated/interpreted in Spanish /castellano/, by J. Boljunčić, published in Peru - the literary Review "El Bosque", Nº 10/2018).
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