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Mostrando entradas de mayo, 2017

RODOLFO DONDERO RODO Y SUS «GOLPES DEL BADAJO»

Rodolfo Sánchez Garrafa En su libro  Los golpes del badajo ,* Rodolfo Dondero arranca con una reflexión sobre la poesía, concebida como un sueño, anhelo, fantasía, arte de magia, cuyos mensajes trasponen las dimensiones espacio temporales. Borges, en su poema el sueño escribe: Si el sueño fuera (como dicen) una tregua, un puro reposo de la mente, ¿por qué, si te despiertan bruscamente, sientes que te han robado una fortuna? En estos términos, puedo suponer que mi tocayo Rodolfo acude a la magia de la poesía para ponerse a resguardo de la brusquedad que implica lo cotidiano. Y no es que evada la vida conflictiva e insegura presente, ya que es él mismo un analista agudo en este campo, sino que la poesía es para él semejante a la isla del tesoro con que muchos niños de nuestra generación soñábamos. Démosle la razón porque es claro que la fortuna está constituida por pensamientos mucho más valiosos que el oro. El poemario “ Los golpes del badajo ” está dedicado e

«LOCURA» UN POEMA GENIAL DE HAROLD ALVA*

Rodolfo Sánchez Garrafa En lenguaje corriente, se entiende por locura a una privación del uso de la razón o del buen juicio. De manera algo más precisa, la noción de locura está vinculada a un desequilibrio mental que se manifiesta en una percepción distorsionada de la realidad, la pérdida de autocontrol, las alucinaciones y los comportamientos absurdos o carentes de motivo.  La locura se relaciona con la demencia, un término de origen latino que significa “alejado de la mente”; enfermedad que consiste en la ausencia o pérdida de las funciones cognitivas, y que generalmente impide la concreción de las actividades cotidianas. Nos preguntamos: ¿Será esta la locura de que habla nuestro poeta Harold Alva? Leámoslo: LOCURA Yo pensé que la locura Era el ánima de alguien Que ingresaba a los ojos Para difuminar la paz, El gesto de una mariposa Que se quiebra las alas Para entregarle a mis palabras Sus colores, El delicado fervor Con el que se apuñalan

REBECA DORICH, EL ARTE Y EL LIBRO OBJETO

R odolfo Sánchez Garrafa Rebeca Dorich, a rtista y educadora, estudió Historia del Arte en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Posteriormente amplió su formación hacia la Terapia Artística en el Centro de Arte San Lucas y obtuvo su Diploma en Educación por el Arte en la Universidad Ricardo Palma. Cursó, asimismo la carrera de Educación en la especialidad de Idiomas en la Universidad Federico Villarreal. En la actualidad, sigue la especialidad de Grabado en la Escuela Nacional de Bellas Artes del Perú. Como artista ha participado en exposiciones colectivas, en Lima: Galería de Arte de San Marcos, Centro Cultural de Bellas Artes, Galería Dipinto di Blu y Fundación de Arte Renée Navarrete; en Cuzco: Galería de Arte del Banco de la Nación y Museo Convento de San Francisco; y, en la India: MediaFest EFL-U y Ailamma Art Gallery. Pero, no he tomado el computador solo para hacer un recuento de los méritos y calificaciones alcanzados por Rebeca, asumo más bien el grato

Nostalgia del viejo aliso, poemario de Carlos Zúñiga Segura

R odolfo Sánchez Garrafa La nostalgia es un estado emocional profundo, ligado desde siempre a la creación poética; por lo general, conlleva un sentimiento de privación o pérdida que suele asomar en las despedidas, ni qué decir cuando se deja algo o a alguien. Dado que la realidad es cambiante, podría decirse, sin peligro de exageración, que la poesía -en sí misma- es nostalgia que asoma desde el instante en que tomamos conciencia de que, inevitablemente, lo que es deja de ser. Dice nuestro poeta que la nostalgia es prueba de vida, pues solo la vida que muere deja atrás la memoria. Acepto, sin reservas este aserto, con mayor razón cuando al leer sus versos me convenzo de estar en presencia de una nostalgia que considero telúrica y vivencial. La memoria del árbol Ha escrito Mario Benedetti sobre la nostalgia, preguntándose: ¿De qué se nutre la nostalgia? Dice, entre otras cosas, que uno evoca dulzuras, cielos atormentados, escándalos sin ruido, paciencias estiradas