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UNA LECTURA DE «UN&VERSOS DEL CÍRCULO»

Juan Carlos Lázaro


(Palabras de Juan Carlos Lázaro durante la ceremonia de presentación de la muestra poética «Un&versos del Círculo» en el Club Departamental Cuzco, la noche del miércoles 17 de octubre del 2018).


Si yo estoy aquí es porque el factótum de este libro, su promotor, editor y uno de sus autores, el poeta Rodolfo Sánchez Garrafa, me invitó a escribir algunos comentarios sobre mi lectura de Un&versos del Círculo* cuando este era todavía un manuscrito y aún no había llegado a la imprenta. Se trató, para mí, de una experiencia sumamente placentera y muy estimulante. Y los comentarios que me motivó la lectura de cada uno de sus 15 poetas los plasmé en unas líneas que van ahora a manera de prólogo. No los voy a repetir aquí porque ustedes van a tener ocasión de leerlos cuando tengan el libro en sus manos.

Yo solo quisiera decir esta noche dos palabras, algo muy breve, porque estoy seguro que tanto ustedes como yo estamos aquí, principalmente, para deleitarnos con la participación personal de cada uno de los poetas y para escucharlos decir sus poemas con sus propias voces. Ellos son los protagonistas de esta ceremonia. Son los sumos sacerdotes y sacerdotisas de esta comunión.


Y he dicho comunión a propósito, porque la poesía es fundamentalmente eso, una comunión entre los hombres mediante la palabra, el medio por el cual nos reconocemos como seres humanos únicos, singulares, en solitaria tentativa por explicarnos a nosotros mismos y al mundo que nos ha tocado como destino.

Dicen que la poesía nació con el hombre. Que el hombre fue hombre cuando se designó a sí mismo como tal, y que su mundo empezó a existir conforme aquel iba nombrando o designando cada uno de los elementos que lo rodeaban. La piedra fue piedra y el árbol fue árbol desde el momento en que el hombre los llamó así. Antes de ser designados no eran nada, no existían. Y por esta extraña operación -donde el acto de la palabra era creación- poesía y magia fueron una misma cosa. El poeta, por su dominio de la palabra creadora, era el sumo sacerdote que lo sabía todo y lo explicaba todo. Por esto cada sociedad, en aquellos tiempos remotos, se fundó sobre un poema que, en su forma primera, fueron los mitos y las leyendas, los mismos que explican el origen del hombre, del mundo y de las civilizaciones. Quien haya leído los sabios y hermosos libros poéticos del Antiguo Testamento entenderá cabalmente lo que digo. Al principio fue el verbo…

Sucede, sin embargo, que a estas alturas de la evolución, en medio de un descomunal progreso científico y tecnológico, el hombre se distancia cada vez más de su esencia y se deshumaniza. El consumismo materialista atiende solamente a su cuerpo y deja de lado a su espíritu. Ya casi no dialoga consigo mismo y apenas lo hace con sus semejantes. Ha banalizado la palabra. El lenguaje del hombre moderno comunica cada vez menos y comunica mal. Se puede decir que la base de la crisis del mundo actual tiene como piedra angular la crisis del lenguaje, de la palabra. La poesía ha pasado a ser el más extraño lenguaje del hombre moderno, a la cual no entiende y menos le interesa. Sin embargo, nunca como ahora, es más urgente y necesaria una vuelta a ella, su recuperación. Estoy convencido, como Heidegger, que en la poesía, y no en la filosofía ni en la religión, el hombre recuperará su esencialidad como ser humano.

He traído a colación estas ideas, algo inarticuladas e incompletas, con el fin de explicar la importancia del trabajo del Círculo Andino de Cultura que tiene en la poesía una de las herramientas fundamentales de sus reflexiones y búsquedas en torno al hombre y su universo. Quizá lo más feliz de dicho trabajo sea hasta ahora la publicación de este libro de significativo título: Un&versos del Círculo: la universalidad del Hombre en la unidad del verso (la poesía) en la que convergen múltiples voces.

Algo más. Un&versos del Círculo se inscribe en la tradición de los libros de poéticas colectivas. En el Perú, el más notable de estos libros fue Las voces múltiples, publicado en 1916, que reunió a poetas vinculados al movimiento Colónida, cuyo factótum era Abraham Valdelomar.


Finalmente debo manifestar que mi lectura de este libro -experiencia altamente grata y estimulante, como ya lo dije- me ha mostrado a través de cada uno de sus poetas, los diversos e inesperados  caminos por los que transcurre el quehacer poético. Es la constatación de que la poesía es un patrimonio que todos los hombres comparten. Vaya para cada uno de sus autores mi abrazo fraternal y solidario como muestra de aprecio y admiración. Estos autores son Arelí Aráoz Villasante, Martina de Jesús Arauzo Ricaldi, Richard Cacchione Amendola, Nora Curonisy Lostaunau, Julia del Prado, Patricia del Valle, Pedro Rodolfo Dondero, Enrique Gonzáles Arias, Gilberto Muñiz Caparó, Manuel Gayle Salas Córdova, Rodolfo Sánchez Garrafa, Eldi Toro, Helda Valdez Vílchez, Eliana Vásquez Colichón y María Luisa Zevallos Pacheco.

Al igual que Octavio Paz puedo proclamar que la poesía es “el fuego de cada día”. Es también, añado yo, la flama que enciende nuestro espíritu, el otro manantial de nuestra vida. Muchas gracias…

* Un&versos del Círculo. Editorial Bisonte, Lima, 2018.

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