Rodolfo Sánchez Garrafa En su libro Los golpes del badajo ,* Rodolfo Dondero arranca con una reflexión sobre la poesía, concebida como un sueño, anhelo, fantasía, arte de magia, cuyos mensajes trasponen las dimensiones espacio temporales. Borges, en su poema el sueño escribe: Si el sueño fuera (como dicen) una tregua, un puro reposo de la mente, ¿por qué, si te despiertan bruscamente, sientes que te han robado una fortuna? En estos términos, puedo suponer que mi tocayo Rodolfo acude a la magia de la poesía para ponerse a resguardo de la brusquedad que implica lo cotidiano. Y no es que evada la vida conflictiva e insegura presente, ya que es él mismo un analista agudo en este campo, sino que la poesía es para él semejante a la isla del tesoro con que muchos niños de nuestra generación soñábamos. Démosle la razón porque es claro que la fortuna está constituida por pensamientos mucho más valiosos que el oro. El poemario “ Los golpes del badajo ” está dedicado e