R odolfo Sánchez Garrafa Hace ya casi dos años atrás, los integrantes del Círculo Andino de Cultura, nos abocamos a la lectura de poemas legados a la posteridad por Juan Carlos Lázaro. Como personaje y creador, Lázaro era para nosotros una pluma por demás interesante aunque poco conocida, envuelta en un velo de cierto misterio provocador. Hoy nos es familiar y sus escritos han ocupado un lugar visible entre nuestros referentes sobre el desarrollo de la poesía peruana contemporánea. De mucho tiempo atrás yo, en particular, abrigaba el deseo de conocer alguna vez al poeta. No tenía mucha esperanza de lograrlo, ya que ni siquiera ubicaba una persona que me pudiese proporcionar alguna referencia personal sobre él. Para mi suerte, mi amiga la poeta y arquitecta Patricia del Valle hizo algunos comentarios reveladores en el curso del Seminario que desarrollábamos en el Círculo Andino de Cultura, hecho que me sirvió de estímulo para renovar el propósito que tenía en hibernación. H